Michael Porter define la competitividad empresarial como la capacidad de una empresa para competir con éxito en el mercado y obtener rentabilidades sostenibles a largo plazo. Según Porter, la competitividad empresarial se basa en la creación de valor, que se logra a través de la implementación de una estrategia empresarial efectiva.


En este sentido, Porter enfatiza que la competitividad empresarial no se trata solo de ser eficiente en la producción o en la reducción de costos, sino de lograr una ventaja competitiva a través de la diferenciación de los productos o servicios, la innovación, la calidad, el servicio al cliente, la marca y otras variables que pueden mejorar la posición de la empresa en el mercado.


En resumen, la competitividad empresarial, se basa en la capacidad de una empresa para crear valor y obtener una ventaja competitiva sostenible a través de la implementación efectiva de una estrategia empresarial en el contexto de su entorno competitivo.

• Identificar la ventaja competitiva: Primero, la empresa debe identificar qué es lo que la hace única y cómo puede aprovecharlo para competir con éxito en el mercado. Esto puede ser un producto innovador, una marca fuerte, una red de distribución eficiente o una cultura organizacional diferenciada.
• Conocer a los clientes: La empresa debe conocer bien a sus clientes y entender sus necesidades y deseos. Esto puede requerir investigación de mercado y análisis de datos para identificar patrones y tendencias.
• Analizar la competencia: La empresa debe analizar a su competencia y entender cómo se posiciona en el mercado. Esto puede requerir investigación de mercado, análisis de datos y benchmarking para identificar fortalezas y debilidades de la competencia.
• Definir la propuesta de valor: La empresa debe definir su propuesta de valor, que es la promesa que hace a sus clientes de satisfacer sus necesidades de manera única y superior a la competencia. Esto puede requerir una estrategia de marca sólida y una clara definición de los beneficios que ofrece la empresa a sus clientes.
• Desarrollar la estrategia: La empresa debe desarrollar una estrategia que le permita aprovechar su ventaja competitiva y su propuesta de valor. Esto puede requerir una estrategia de precios, una estrategia de productos o una estrategia de marketing para llegar a los clientes de manera efectiva.
• Implementar la estrategia: La empresa debe implementar la estrategia de manera efectiva y eficiente. Esto puede requerir una adecuada asignación de recursos, una clara comunicación interna y una ejecución impecable.
• Evaluar y mejorar continuamente: La empresa debe evaluar y mejorar continuamente su ventaja competitiva y su estrategia. Esto puede requerir medición de resultados, análisis de datos y mejora continua para mantenerse al día con las tendencias y las necesidades de los clientes.

Las Beneficios de la competitividad empresarial se consideran los siguientes:

• Creación de valor: la competitividad empresarial se basa en la capacidad de la empresa para crear valor para sus clientes, accionistas y otros grupos de interés. Esto se logra a través de la innovación, la calidad, la eficiencia y otros factores que diferencian a la empresa de sus competidores.
• Orientación al cliente: la empresa debe estar enfocada en satisfacer las necesidades y expectativas de sus clientes, ya que son ellos quienes determinan la demanda y el éxito de la empresa.
• Innovación: la capacidad de innovar y adaptarse a los cambios del mercado y del entorno es un factor clave para mantener la competitividad empresarial.
• Flexibilidad: la empresa debe ser flexible para adaptarse a los cambios y oportunidades del mercado, y para responder a las necesidades y expectativas de sus clientes.
• Eficiencia: la eficiencia en la producción y en la gestión de los recursos de la empresa es esencial para maximizar la rentabilidad y mantener la competitividad.
• Calidad: la calidad de los productos o servicios de la empresa es un factor determinante en la satisfacción del cliente y en la fidelización de los mismos.
• Talento humano: contar con un equipo humano competente y comprometido con los objetivos de la empresa es fundamental para lograr una ventaja competitiva.